Casi 4 años después de que la Ley nos permitiera a los farmacéuticos vender medicamentos no sujetos a receta a través de internet, la penetración de la digitalización en el sector de la oficina de farmacia en España sigue teniendo enormes deficiencias. Se trata de una digitalización irregular que no está relacionada de forma directa con el número de habitantes de cada CCAA y que, en febrero de 2019, varía desde las 2 farmacias online aprobadas en Logroño o las 4 de Navarra, a las 132 en Cataluña o las 100 de Madrid.

La siguiente imagen muestra el número de farmacias aprobadas por Distafarma en España, por CCAA en febrero de 2019, sumando un total de 517, suponiendo apenas un 2% del total de las farmacias españolas, lo que evidencia que a los farmacéuticos comunitarios aún nos queda muchísimo trabajo por hacer. Y nos tenemos que poner manos a la obra urgentemente.

Mapa de farmacia online en feb-2019
Mapa farmacia online

Con este panorama, donde las farmacias online están tan dispersas, se puede pensar que estoy exagerando al decir que hay que ponerse urgentemente a trabajar. Espero haber podido convenceros de lo contrario (si aún no lo estabais) después de estos párrafos:

1. CAMBIO DE PATRONES DE COMPRA

La digitalización de la oficina de farmacia no es una opción en pleno siglo XXI. En el siglo de los millennials donde Facebook, Amazon, Netflix, Google y Apple (los llamados FAANG) se han convertido en los reyes del NASDAQ, la digitalización de cualquier negocio es cuestión de supervivencia. Se estima que a día de hoy entorno a un 50% de las compras online son a través de dispositivo móvil, en otras palabras, una de cada dos personas que compra online lo hace a través de un móvil o una tableta. Hoy ya nadie duda que el futuro de las compras online está en el mobile commerce. En este contexto, no ofrecer una alternativa digital de compra y atención a nuestros clientes es un suicidio empresarial, cada vez a más corto plazo. Y sin embargo, abrir las puertas de nuestra farmacia a la digitalización supone acercarnos a nuestros pacientes, fidelizarles, y seguir acompañándoles en el cuidado de su salud.

2. DIGITALIZACIÓN DEL SECTOR DE LA SALUD

El sector salud liderado por las grandes aseguradoras y las cadenas de hospitales y clínicas privadas está haciendo un gran esfuerzo por estar en la punta de la lanza de la digitalización. No hay nada más importante que la salud, y partiendo de esta base, estas empresas están compitiendo por dar el mejor servicio, sabiendo posicionarse al lado del paciente-cliente de forma efectiva mediante la digitalización de toda su cartera de servicios. Si el servicio médico está en internet, el servicio farmacéutico también debe estar en internet. En este contexto, la digitalización de la oficina de farmacia se acabará convirtiendo en una cuestión de Salud Pública.

3. AUGE DEL SECTOR DE LA PARAFARMACIA ONLINE

La parafarmacia se vende por internet desde hace más de una década, a precios muy competitivos. Grandes market-places como Amazon o eBay, y más recientemente especializados, como Promofarma, posibilitan canales de venta que están cada vez más cerca de los consumidores y ofrecen una puerta a la internacionalización. La venta de productos de parafarmacia se está dispersando a través de internet, a pesar de los muchos esfuerzos que hacen los fabricantes por controlar el precio y el punto de venta. Desde esta perspectiva, la venta de productos de parafarmacia off-line va a tender a ser un negocio cada vez más residual, por lo que competir en el entorno digital es una estrategia clara de desarrollo empresarial.

4. UNA CUESTIÓN DE ÉTICA PROFESIONAL

Estoy cansada de acudir a foros y escuchar argumentos en contra de la venta online del tipo: “no es un canal ético”, “un farmacéutico no puede ejercer su profesión por internet” o mi preferida: “es mucho más satisfactorio tener una farmacia asistencial”. Vamos a darle la vuelta. El RD870 se creó a partir de una directiva europea para luchar contra lo que se ha convertido en un problema de Salud Pública: crecientes casos de consumo de medicamentos falsificados, comprados por internet, con fatales consecuencias. Es nuestra responsabilidad como farmacéuticos ofrecer canales seguros de venta de medicamentos a través de internet que protejan la salud de los compradores online. Nos corresponde a nosotros como profesionales sanitarios, en esta sociedad de la “desinformación”, luchar contra las falacias que se alejan de la realidad científica y amenazan la salud de la población. El RD870 asegura que las farmacias online son asistenciales al obligar a que procesos como, por ejemplo, el seguimiento farmacoterapéutico o la farmacovigilancia estén asegurados en todo momento. En mi opinión este cambio es muy necesario. Estoy segura de que debemos realizar el cambio en conjunto para asegurar el futuro del sector en nuestro país y al mismo tiempo, que no se devalúe nuestra profesión. Todos los cambios pasan por una primera fase de negación, luego se pasa a la fase de resistencia, después viene la exploración y finalmente la aceptación. ¿Y tú en qué fase te encuentras? Nos vemos en las redes ?

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Digitalizando la oficina de farmacia

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