Hace poco hablamos sobre lo que un farmacéutico digital debía saber sobre SEO y no debía olvidar. Hoy es el turno de hablar un poco sobre SEM, que supone un coste en visibilidad online mucho más fácilmente cuantificable. El SEM (en inglés, Search Engine Marketing) se refiere al marketing (de pago) realizado en buscadores y aunque esta palabra incluye a todos los buscadores, el principal, y al que nos vamos a referir, sigue siendo Google.

Lo primero que tenemos que distinguir (y sobre lo que trata este post) es que en Google hay distintos tipos de campañas SEM que son, a día de hoy, las siguientes: campañas para la Red de Búsqueda, campañas para la Red de Display, campañas de Google Shopping, campañas de Video y campañas de Apps. Imaginemos que tenemos una parafarmacia online (una farmacia online no podría publicitarse de este modo) y tenemos una crema solar que queremos publicitar. Vamos a ver con este ejemplo en qué consiste cada tipo de campaña.

El primer tipo y más básico engloba las campañas de la Red de Búsqueda. En estas campañas, el anuncio de nuestra crema solar solo aparecería en los resultados de búsqueda, es decir, esos resultados de texto que aparecen como “anuncio” en distintas zonas de la página de resultados de Google (y sus “partners” de búsqueda) cuando un usuario busca por ejemplo: “comprar crema solar”. Un tipo especial de campañas de la Red de Búsqueda son las campañas DSA (en inglés, Dynamic Search Ads) donde es Google quien ofrece el título del anuncio y la URL de destino (donde se redirige al cliente) en función de las palabras que ha usado el usuario en su búsqueda (llamadas palabras clave o keywords). Son campañas generalmente económicas, pero cuyos resultados dependen mucho de que el SEO on-page del sitio web esté bien hecho.
Las campañas de la Red de Display se muestran en sitios web que colaboran con Google (según Google: “más de dos millones de sitios web, aplicaciones y vídeos”), de acuerdo a la segmentación que hagamos de nuestro anuncio. En nuestro ejemplo, una crema solar podría aparecer anunciada con texto e imágenes (idealmente muy creativas) por ejemplo, en un blog de belleza o en las páginas de belleza de un periódico, y por ello Google pagaría una parte de la comisión que le pagamos nosotros (el anunciante), a dicho sitio web.

Las campañas de Shopping son aquellas que están configuradas para aparecer en Google Shopping, el market-place gigante de Google, por lo que están pensadas para promocionar productos concretos, y son un escaparate sencillo para los ecommerce (tiendas online). En el caso de nuestra crema solar, el anuncio competiría con el resto de anuncios de la misma crema por los que esté pujando nuestra competencia (porque simplificándolo mucho, la idea es esta: para una determinada búsqueda, sólo aparecen, o aparecen primero, los anunciantes que más pagan).

Finalmente mencionaré los dos últimos tipos de campañas. Las campañas de Video muestran videos en la red de Display o en YouTube, para las que hay distintos formatos de anuncios de video, dependiendo de si el anuncio se puede omitir tras cierto tiempo o no, y de donde se muestre. Las campañas de Apps (llamadas Campañas Universales de Aplicaciones) son aquellas que se crean para promocionar aplicaciones móviles y se configuran de forma sencilla para la Red de Búsqueda, la de Display, Google Play y YouTube.

Y dentro de todos estos tipos, siempre se puede hacer remarketing. Las campañas que incluyen remarketing se configuran para seguir al usuario a través de su navegación una vez que ya ha visitado (y abandonado) nuestro sitio web. Seguro que alguna vez os ha perseguido un banner mientras que navegabais por internet o incluso hasta las redes sociales… pues la culpa ha sido de haber aceptado las cookies de ese sitio web que habéis visitado previamente. Pero que nadie sufra, ahora con el nuevo reglamento de protección de datos es obligatorio separar las cookies necesarias para navegar en el sitio web de las que se usan para remarketing. Así que si no queremos que nos persigan banners, sólo hace falta desactivar las cookies de remarketing, y si no fuese posible (porque el sitio web no lo permitiera), siempre podríamos borrarlas en la configuración de nuestro navegador. Nos vemos en las redes 😉

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Digitalizando la oficina de farmacia

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